El club

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SALUDO DEL PRESIDENTE

Ya estamos de nuevo aquí. No ha sido fácil, como casi todo lo que en esta vida merece la pena.

El poso que deja y la satisfacción que se siente cuando se consiguen tras dura lucha los objetivos marcados, hacen que las tristezas y los sinsabores experimentados caigan en el olvido.

Los viejos del lugar se acordarán del O.V. Maristas. Pero pocos sabrían ahora el significado de ese O.V. Dejadme que os lo diga, Otra Vez Maristas

Algo tan simple y tan nuestro. Eso es lo que somos ahora, Otra Vez Maristas, o quizás sería mejor decir que nunca hemos dejado de serlo. Y con nuestros colores de siempre.

Algunos han podido pensar que nuestro futuro era incierto, casi negro. Y probablemente no les faltaba la razón a tenor de los últimos acontecimientos acaecidos. Lo que desconocían es la esencia de esta Escuela, su alma, su ADN.

El espíritu de lucha y sacrificio que siempre ha caracterizado a nuestros equipos a lo largo de sus 60 años de historia. Algo que ha impregnado nuestros caracteres generación tras generación de la mano de unos educadores deportivos y humanos fuera de lo común, ganándose un prestigio en nuestra ciudad y extendido a todo el territorio nacional, reconocido incluso por la Real Federación Española de Balonmano con la entrega de la Placa al Mérito Deportivo en 2016, de la mano de su presidente, D. Francisco V. Blázquez a nuestro eterno valedor D. Luis Pedrero.

Nuestros rivales dicen de nosotros, y creo con respeto, que los equipos de Maristas muerden, que pelean siempre hasta el final, que nunca dejan de luchar, incluso en los partidos que no se pueden ganar. Esa es nuestra identidad, la que nos permite afrontar las situaciones más delicadas y no sólo salir indemnes, sino fortalecidos. La que consigue sacar de nuestro ser más profundo esa fiera algunas veces dormida, que nos hace levantar y reaccionar con rabia, con fuerza, con velocidad, con eficacia.

Es por esto que estamos Otra Vez aquí, nueva web, nuevos equipos, nuevos entrenadores, nuevos proyectos y nuevas metas. ¿Hasta dónde llegaremos? Sólo el tiempo nos dará las respuestas a esa cuestión.

La ilusión vertida por los que componemos esta familia es enorme, como también es enorme nuestra ambición de crecer como grupo deportivo y como grupo humano. Porque no olvidamos que nuestra afición a este deporte es también un medio de educación para nuestras vidas personales. Allí radica el secreto de nuestra fuerza. Siempre queremos ser mejores deportistas y mejores personas, pues somos conscientes que nuestra vida deportiva es limitada, y cuando ésta se acaba tenemos por delante otro largo partido en el que podemos hacer que otros más jóvenes o de otras escuelas participen con nosotros de todo aquello que hemos aprendido.

Ha sido mucho y muy bueno.

Y no dejaremos que esto se pierda.

 

Un abrazo enorme.

Juan Manuel Giménez Múgica
Presidente Club Maristas Zaragoza